- El pintor valenciano Álex Alemany inauguró la exposición Armonías, en la Galeria Pizarro de Valencia el 28 de noviembre de 2014.
- La exposición podrá verse hasta el 3 de enero de 2015 en la Galería Pizarro, calle Pizarro 8, de Valencia
ARMONÍAS
No es casualidad que la llamada divina proporción o proporción áurea sea el soporte común universal sobre el que se sustenta toda planificación vital.
La magistral fórmula matemática que genera todas las estructuras, desde un molusco hasta una flor, forman la firme columna vertebral o armonía que el arte llamado de vanguardia ha olvidado omitido o (peor aún) despreciado.
Esa armonía o llave maestra que convierte en arte lo que en principio no era más que materia química sobre una tela o piedra tallada encima de un pedestal es la inexplicable o mágica pócima milagrosa que permite al artista transmitir emociones y belleza; aunque en la terminología artística actual, evocar la belleza es una especie de blasfemia estética, en medio de un contexto conceptual, donde la idea es lo único importante y la ejecución innecesaria o superflua; lo que nos limita a la literatura, a la filosofía, pero no al arte ya que para sustentar la propuesta, se hace necesario recurrir a la más artificiosa retórica.
Esa divina y deseable armonía, habita y vive en lugares inesperados y en sorprendentes compañías. La he visto en los frescos de Luca Guiordano en El Escorial, en Desnudo bajando una escalera de Marcel Duchamp, agazapada tras Formas únicas de continuidad en el espacio de Umberto Boccioni; también en los Conceptos espaciales de Lucio Fontana, las herrumbrosas telas metálicas de Manuel Rivera, las voluptuosas, musicales y sinuosas formas pintadas o esculpidas de Pablo Palazuelo, las atmósferas sugeridas por Fernando Zóbel; tal como las sorprendí antes, entre los personajes de La ronda de noche de Rembrandt o en el vivo y palpitante mármol de Bernini o entre los nenúfares de Claude Monet… como si flotara.La armonía; la evoco, la convoco y la invoco cada vez que cojo los pinceles y trato de recoger destellos de belleza desprendidos de la realidad que me rodea… o quisiera que me
rodeara.Esos pinceles, como verdaderas prolongaciones de mí mismo acortan la distancia entre el mundo y yo, tiento sus contornos, calibro su color y busco entre sus líneas la fórmula de la misteriosa, huidiza y a veces inalcanzable armonía que convierte mis torpes trazos en huellas del aliento artístico.
Álex Alemany